Desde tiempos antiguos, la leche de burra ha sido considerada un verdadero elixir de belleza. Se cuenta que Cleopatra, la legendaria reina de Egipto, se bañaba en leche de burra para mantener su piel suave, joven y luminosa. Hoy, este tesoro natural vuelve a ser protagonista en la cosmética consciente y artesanal.
En Lalinne, creemos en el poder de la naturaleza, y la leche de burra es uno de nuestros ingredientes más preciados. ¿Por qué? Aquí te lo contamos:
1. Hidratación profunda y duradera
La leche de burra es rica en ácidos grasos esenciales, que nutren e hidratan la piel desde las capas más profundas, ayudando a restaurar la barrera cutánea y prevenir la sequedad.
2. Suaviza y calma pieles sensibles
Gracias a su alto contenido en vitaminas A, D y E, la leche de burra tiene propiedades calmantes, ideales para pieles reactivas, con dermatitis, rosácea o eccema.
3. Regeneración celular y efecto antienvejecimiento
Contiene retinol natural, una forma de vitamina A que favorece la renovación celular, ayuda a atenuar manchas y líneas finas, y mejora la elasticidad de la piel.
4. Rica en antioxidantes
La leche de burra es fuente de selenio, un potente antioxidante que protege la piel del daño oxidativo causado por la contaminación, el sol y el estrés.
5. Textura sedosa y luminosa
El uso constante de productos con leche de burra aporta una sensación suave, aterciopelada y un brillo saludable a la piel.
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¿Para quiénes es ideal?
Los productos con leche de burra son perfectos para:
• Piel seca o deshidratada
• Piel sensible o con enrojecimientos
• Personas que buscan una alternativa natural al retinol químico
• Amantes de lo natural que valoran una piel nutrida y luminosa
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En Lalinne, combinamos esta joya natural con ingredientes como avena, murta, arcillas, aceites esenciales y hierbas chilenas para crear una experiencia de autocuidado consciente, efectiva y amorosa con tu piel.
“Cuidar tu piel es honrar tu historia. Hazlo con lo que la tierra nos regala.”